sábado, 30 de enero de 2010


Siendo sincera, tal vez no me merezca muchas cosas de las que tengo, ni tan siquiera a esos cabrones que me rodean siempre y me dan su aliento. Pero hoy, no son todos los que están, pero si están todos los que son. A veces, pienso que soy una persona con mucha suerte, pues, aunque me sienta sólo no lo estoy y a las pruebas me remito. Si algún día necesito algo, siempre estarán ahí esos seres diminutos que trabajan en la sombra por hacer que cada día merezca la pena levantarse, pelear hasta la extenuación o simplemente esbozar una sonrisa mezclada en café.